Parte de este sendero escogido, es la potencialidad de dar forma continua a los dones internos, los que habitan puros en nuestra sangre, huesos y memoria, y los que se transmutan en un nuevo amanecer, la versión de nosotros mismos más alineada y divina. La cualidad de dar forma, es un regalo inmerso en cada una de nosotros, conectar con la creatividad y fomentar su desarrollo, nos arraiga a nuestra “tierra/cuerpo”, templo, el cual, nos invita a transitar la vida con amor y manifestación.
Puedo acompañarte a través de la imaginación y la energía creativa inherente en cada uno de nosotros. Nuestro cuerpo es recipiente y canal de toda inspiración.
La curiosidad y la alegría son ingredientes clave para encontrar claridad. Cuando tenemos curiosidad, podemos concentrarnos, enfocar y ver con nitidez. Nos ayuda a desarrollar resistencia y a encontrar regalos inesperados.
La alegría es una esencia poderosa en cualquier situación, que ofrece vitalidad, fuente de vida, conexión y significado.
La naturaleza y su sabiduría ancestral puede ofrecernos guiaje, autocomprensión y una mirada animista de que somos parte de un todo, con nuestra esencia única y singular.
Utilizo la imaginación como un jardín sagrado , una tierra de las delicias que podemos explorar sin cesar. Donde sentirnos confiados, seguros y dejar crecer en nuestro jardín de los sueños todas las posibilidades.
La escucha y la mirada consciente nos abren a nuevas perspectivas y observar toda la magia que nos rodea.
Cuando aprendemos a escuchar , muchas cosas se vuelven posibles. Nuestros cuerpos y mentes son nuestros aliados y nuestras almas pueden comenzar a prosperar.