Madres Ancestrales
La tradición de las madres ancestrales era bien atesorada por los territorios celtas y germánicos, el culto a las Matres, Matronas , Matrae o Matronae , divinidades femeninas, madres ancestrales.
Los atributos de las Madres las vinculan con la fertilidad de la tierra, y con el
crecimiento de granos y frutos. Sostienen cornucopias, cuernos de la abundancia,
frutas individuales o cestas de frutas, incluidas uvas y manzanas, hogazas de pan y, ocasionalmente, una cesta de maíz. También podrían sostener un niño entre sus brazos o sentado a su costado.
Las inscripciones nombran a cientos de estas «Madres», que a veces están conectadas a una diosa en particular, que aparecerá tanto como una deidad singular como un colectivo de “madres». Estas madres ancestrales estaban conectadas a las dísir, espíritus femeninos, protectores del hogar, el clan y la família, También relacionadas con una región e incluso un país.
Apareciendo como tres figuras femeninas que muestran las tres edades de la diosa: la más joven en el centro, flanqueada por la madre y la abuela, todas ellas sentadas. Las tres suelen llevar tocados diferentes que hacen referencia a su distinta edad, y habitualmente tienen sobre las rodillas, o en el regazo, cestas de frutas, o quizá cereales, o pan. Pueden aparecer con un animal doméstico al lado, en la mayoría de casos un perro.(símbolo de protección, muerte y tránsito al umbral)
La mejor conocida, de las diosas de esos lejanos tiempos es Nehelanina.
La conocemos por dos templos y un gran número de altares votivos encontrados, en la costa de Zeelanda, en los Países Bajos.
Los altares y oraciones dedicados a esta misteriosa matrona, aparecen como inscripciones de gratitud y protección para marineros, mercantes marinos o simples viajeros.
A Nehelanina se la podía representar sentada, vestida con ropajes romanos o en otras con el traje tradicional de Zeelanda, con el pelo recogido en un moño, esta acompañada de un perro y sobre sus rodilla derecha porta un cesto de frutas o verduras. En coasiones aparece en la proa de un barco o en un remo como simbolo marino.
Las inscripciones de los altares contienen nombres en la mayoria célticos, en otras germánicos y algunas veces sencillamente latinos. La devoción de esta diosa llegaba a zonas muy amplias y tendria distintas formas de expresión, con la posiblidad que recibiera distintos nombres en cada región, poblada por romanos, celtas, germános y germanoceltas.
La trinidad femenina esta asociada a distintos aspectos físicos, formas de vestir, diferentes roles en la procreación y en su función social, distintos procesos dentro de la crianza y su relación con el desarrollo natural de los tiempos y la muerte.
Algunas de estas matres como protectoras del clan o la tribu, pueden simbolizar su poder regente como Las Alagabias «Lo Dan Todo», y las más conocidas “Aufanias,” con 90 inscripciones que llegan hasta Córdoba, son «Generosas». Las “Gabias”, «Dadivosas», que podríamos enlazar su significado con la diosa Escandinava Gefjon de la misma raíz y significado. Otras matronas dan poder, fuerza o éxito, como las Aflias, «Poderosas», muchas de ellas proporcionaban sabiduría, y otras de esta matres estaban relacionadas con la magia y su misterio, como las “Saitchamias” y las Ahueccanias , sus nombres podrían simbolizar , adivinas del agua o sabias del agua.
Los matres también aparecen en relieves votivos e inscripciones en otras en áreas ocupadas por roma, incluido el sureste de la Galia, como en Vertillum, España y Portugal, donde se conocen una veintena de inscripciones, entre ellas varias que incluyen epítetos locales como una dedicatoria al Matribus Gallaicis
” a las Madres Gallegas “
LAS DÍSIR
Las madres ancestrales estaban conectadas a las dísir, como mujeres sobrenaturales, abarcan en el mundo nórdico los espiritus femeninos y divinidades femeninas. Dísir “mujer” o diosa, son de procedencia muy antigua , espíritus protectores (nórdico antiguo Dis-singular, plural-Disir, Desir, “Idisi”, germánico y “Itis” ,inglés antiguo, espíritus femeninos ancestrales protectoras de la familia, el clan y el territorio, en las noches de invierno y Disablot son sagradas y se las honra con ceremonias y rituales. Cuidan de la familia, aportando luz, bienestar y bendiciones.
Su conexión como idis, aparece en los encantamientos de Merseburg, el primero de liberación y el segundo de sanación, aparecen como un grupo de mujeres, que realizando un acto posiblemente “mágico” o ritual, donde liberan de sus ataduras a un ejército, torciendo y girando, hasta que son liberados , también estaría conectado a Idise, Eiris, la diosa Eir, diosa de la curación y/o como valkyria.
En parte para nuestros ancestros la distinciones entre magia y sacerdocio, medicina y ciencia, no estaban separadas, y entendian que podian sostener en cooperación.
Las nornas también conocidas como Idises, Dises o Hagedises, oficiaban en los santuarios del bosque y en las arboledas sagradas, portando un espíritu guardián a cada ser humano que lo acompañaría de forma gentil e invisible durante toda su vida.
Ellas guardan los tesoros del alma y refugian los corazones, en Disablot honramos a las disas como belleza fértil que prepara la tierra para los futuras semillas, recibiendo su amor y esperanza.
Los clanes o tribus estaban asociados a territorios, teniendo estas regiones LandDisir «Disas del País» propios espíritus protectores del lugar al que pertenecían. También pueden asociarse en el momento del nacimiento de un niño, como protectora en su vida.
Los viajantes del norte daban su atención a la hora de traspasar las líneas terrenales, cuidaban de honrar a los seres propios y sagrados habitados en cada región visitada.
A veces pueden aparecer como las 9 Valkyrjur guiadas por Freyja, Lady Vanadis, como damas etéreas que trascienden las nubes y portan fortaleza divina a los campos terrenales.
Fuentes:
Roles of Northern Goddess de Hilda Ellis Davidson
Pagan Goddesses in the early germanic world de Philip A.Shaw